Los cierres de año me deprimen, pero los inicios me hunden más.
Al final de cada año miro atrás y una sensación de desperdicio invade cualquier reflexión.
Al inicio de cada año hojeo el almanaque y una sensación de desasosiego invade cualquier ilusión.
Los finales de año me deprimen y los inicios me dan el tiro de gracia.
...sea por Dios y venga más.
Creo que el final de año a todos nos pone quiénsabecómo.
Sinceramente, se me dan mejor los inicios que los términos, siempre tengo conflictos a la hora de poner un punto final, pero es algo que con el tiempo estoy aprendiendo a hacer.
Ya veremos qué tal.
Un abrazote.